La palabra escrita en rimas y prosa ha sido desde siempre, el primer peldaño para construir los mejores poemas de amor, para poder llegar a lo más profundo del alma de quien los lee y disfruta.
Si tú estás buscando deleitar o enamorar a alguien, puedes quedarte en este blog y extraer las más bellas palabras para dedicar a tu chico o chica, a quien va a encantar un obsequio tan pleno de simpleza como de fascinación.
Quédate conmigo y te llevaré al mundo inefable de las rimas, con algunos de los poemas románticos más sentidos, que jamás hayas escuchado y que perdurarán en tu memoria y sentimientos.
Poesías de amor para mi novia o esposa
¿Sientes, en ocasiones, como algo necesario, poder homenajear a tu novia o esposa de una forma diferente? Un regalo muy especial sería dedicarle una poesía romántica con un valor emocional enorme, poniéndote a la altura de poetas como Alfonsina Storni, Mario Benedetti, Gustavo Adolfo Bécquer, Pablo Neruda o Luis Cernuda, que harán conmover su alma de una forma positiva.
Por qué te quiero
No me preguntes por qué te quiero,
Si en serio quieres saber…
Yo sólo sé que te quiero,
porque es hermoso querer…
Aunque si pienso en lo hermoso
Que fue haberte conocido
Y aún más, en ese beso,
Tan breve como escondido,
Quizás pueda responderte
dos cosas a un mismo tiempo…
Te quiero por tu destreza
Para ensamblarme a tus sueños
Y por tu fresca osadía,
Al haber robado un beso…
Pero sigues preguntando
Y yo debo contestar:
¡Te quiero porque te quiero!…
… ¿Importa una cosa más?
Mi Tesoro
¿Sabes tú?… La mañana adoro, cuando pienso en la noche
Y veo un tesoro…
Tesoro de talla tamaño humana, que tiene todo
Lo que me agrada…
Contiene fibras de plata y oro, que flotan siempre
¡Sobre el tesoro!…
Fibras que tornan mi cuerpo bronce y lo revisten,
De mil fulgores…
Luego, contiene dos perlas verdes que, a mis pupilas,
Dan brillo verde…
Y dos ornamentos, tibios cimientos, a cada lado de este alhajero,
hacen de mi alma tan fina joya que, cuando ellos en mí se posan,
me integro presto… de cuerpo entero!
Y yo, plasmado en tal cimiento voy adhiriéndome
Al cofre incierto
Que de mi sangre se ha apoderado!
Por eso, entonces… la noche anhelo.
Quiero estar preso en tu cautiverio…
Sueño brillar con tu luz, amada,
Y al fin, saberme como un zafiro,
cuando al brindarme tu primer beso,
¡me estés amando con la mirada!…
Qué es el Amor
Amor es amar la esperanza vencida
En el brillo idealizado de un dolor…
Amor es amar la mágica espinilla,
¡que se adhiere, sin sentirla, al corazón!
Amor es amar la primer parte
De la existencia, que vivimos cada sol…
Amar es desplegar siempre las alas
Hacia un mismo rumbo, aunque sin razón…
Amar es librarnos un día del sueño
Que todos soñamos a la perfección,
Amar es rendirnos a todos los ritos
Amando sin causa ¡y en nombre de Dios!
Amando yo agoto estos cinco sentidos,
Porque está en mi causa amar sin razón…
Amo porque entiendo que la vida es vida,
Sólo cuando se ama… ¡como lo hago yo!
Aunque tú lo dudes
Si amar es sentir la inmensidad del cielo,
Rozando en la cara cual un fresco viento…
Si amar es celar hasta del brote nuevo,
Aunque tú lo dudes… ¡yo sé que te quiero!
Si es alzar los ojos hasta el tibio hueco,
Del mirar muy dulce de dos ojos negros…
Si es sentir un beso cual hechizo tierno,
Aunque tú lo dudes… ¡yo sé que te quiero!
Si amar es salvar todo lo maltrecho,
Haciendo mil cosas de algo muy viejo…
Si amar es desear para dos el cielo,
Aunque tú lo dudes… ¡yo sé que te quiero!
Te extraño
Extraño tu risa, tu piel subyugante, tu boca encendida…
Cual una paloma ronroneando su eterna aventura…
Desde este lugar, cuando pienso en ti.
Pues yo siempre te he extrañado, aún sin conocerte,
aún sin haberme imaginado que existías…
Te extraño de a ratos y siempre que pienso que puedo olvidarte…
Te extraño, mi Cielo, porque sin desearlo,
me has puesto en la boca tu fugaz sabor…
Tu voz atinada mezcla de un almíbar, que sabe a distancia,
Mezcla de un olvido… ¡que no tiene amarras!
Extraño tus ojos junto al mismo sueño mágico y ambiguo
Que una tarde de esas… soñamos los dos.
Te pienso, mi Vida, desde mi locura más inhabitable,
De sortear el tiempo con cada caricia que duerme escondida
En tus blancas manos, dos rosas benditas…
Te extraño, con celo de fiera encendida,
Al llegar la noche… y al entrar el día,
Al soñar tu sueño… ¡y al saberte mía!…
El abrazo
El abrazo que prodigas cada noche a este cuerpo mío,
Tu mirada siempre dulce…
Tus intentos por colmarme sin reparo…
Y tu sueño agigantado por mis sueños,
Hacen que te ame, mujer mía… ¡más que antes!
El flechazo
Ayer me flechó Cupido con un dardo envenenado,
Fue un daño tal el veneno, que ya ni pienso ni hablo…
Fueron dos ojos pasivos los que a mi ser cautivaron,
Y desde entonces yo vivo un vil destino encantado.
Si encantado por lo extraño y vil por lo cruel tramado,
Yo no comprendo el motivo de este drama encadenado.
¿Por qué sucede que, a veces, siendo el flechazo lanzado,
no acierta a dar en el blanco de un ser bienaventurado?
¿Y por qué siendo el veneno el más maligno legado,
logra saturar el alma cual más inmundo pecado?
Ayer me flechó Cupido con un dardo envenenado
Y hoy, con gusto a veneno… ¡me rindo ante un ser amado!
Fugaz
Tan fugaz como tú quieres será nuestro idilio, Amor…
Me tomarás de la mano, caminaremos muy juntos
Y nombraremos a Dios.
Me mirarás casi absorta… te pareceré montaña
Que escalarás, bulliciosa…
Conmigo, querrás crecer… Verás que el silencio duele,
Como luchar sin vencer!
Tan fugaz como tú quieres, será nuestro idilio, Amor…
Y yo seré el horizonte que marcará tu fragor…
Yo te crearé unas alas que adornarán tu candor
Y le pondré a tus palabras, el color de mi ilusión…
Me subiré a la deriva del barco de la pasión
Y desde allí he de verte con los ojos de mi amor…
Tan fugaz como tú quieres, será nuestro idilio, Amor…
¡Y yo seré la esperanza que abrazará tu ilusión!
Plenitud
Del alma que nunca agota su savia bien fecundada,
No sólo surgen sus notas… sino que también su calma.
La misma que condiciona con su teoría sagrada
Que, en el dulzor de tus ojos, existan caricias caras.
Y si ilusión, con su gloria y con sus dedos de plata,
lograse enredar su sombra entre las rimas soñadas…
Entonces sí, no habrá forma que, de lo intenso del alma,
No pueda evitar el beso… ¡que surge de tu mirada!
Poemas románticos de amor cortos para enamorar a mi novio o esposo
Sabemos que hay momentos en una relación de pareja, que hemos sentido deseos de expresar con palabras emotivas y cargadas de romanticismo, toda nuestra emoción interna hacia nuestro novio o esposo, ¡y tenerlo más cerca que nunca con estos poemas para enamorar. (Leer más: Frases de amor)
Mira las siguientes rimas de amor:
La gracia de tu alma
Eres potpurrí de sensaciones raras
Te imagino hablándome al oído,
Cargándome de sueños ilusorios
Coronados del más místico albedrío.
Eres potpurrí de alegorías claras,
Suaves, consistentes y perfectas…
Que me llevan a un grado de inconciencia…
¡Y que le hacen mucho bien a mi alma!
Encuentro
Precio de mi condena,
Alivio en mi diapasón…
Las cuerdas de mi esperanza
Me dicen … ¡que vienes hoy!
No me mires desde lejos,
Mírame desde el rincón…
Con luz y fuerza en los labios
¡Que me derrito de amor!
Sensaciones
Eres potpurrí de credos libertinos,
Me amordazas con la fuerza de tu audacia…
Me das miedos con tu audacia descarada
Y me calmas… ¡con la gracia de tu alma!
El beso
Asombrada quedó mi boca, cuando le diste aquel beso,
Pues nada hacía entrever, que llegaba en alto vuelo.
Fue de golpe… y al momento de posárseme en los labios
Te juro, vida de mi alma, tu beso quedó lacrado
¡En todo mi sentimiento!
Te amo
Hemos juntado mil sueños
A través de tantos años,
han crecido nuestros hijos
el amor, no ha sido en vano…
Alcemos nuestras miradas:
¡Quiero que sepas que te amo!
Nunca podré con versos…
Se hizo más luz el día… más perfumado el encuentro…
Tu boca, con su regalo, me agasajó con esmero.
Habrán de pasar los años,
Quizás sólo quede el sueño…
Y aunque se cierre la noche sobre todo este recuerdo,
Te juro, vida de mi alma, que nunca podré con versos,
Decirte en pocas palabras,
¡Cuánto me gustó ese beso!
Con gusto a ti
Te quiero amar en silencio hasta quedarme vacía…
Acariciarte despacio, por cada parte dormida…
Almacenar en mi acaso, toda esta ilusión latente…
Descolgarme del instinto que abraza a mi sensatez,
Y convertir cada instante… ¡en un sueño sin después!
Tu fantástica ternura
Soy Mujer que se distrae con pensarte,
soy Mujer que se entretiene con quererte…
Mujer al fin, Mujer, apenas…
Que se abraza a la fuerza de tenerte…
Mujer acorralada en tu locura y hermosura…
y en la cálida esperanza de anidarte,
¡para hundirme en tu fantástica ternura!
Te pregunté qué era Amor
Te pregunté qué era Amor y respondiste en silencio,
Bajando lentas las manos, fija la vista en el Cielo…
Señalaste el fiel lucero que te guía día a día,
Se encendieron tus pupilas y me dijiste: “te quiero”.
Comprendí en tal momento, que en tu vida existe Amor…
Te miré muy dulcemente… ¡Y supe que lo era yo!
Autora: Ana Abadie